Si sueles trabajar con memorias USB (pendrives) o tienes tarjetas de memoria con todas las fotos de la última década, es posible que te preguntes si este tipo de dispositivos pueden romperse o dañarse.
O tal vez ya te haya pasado y lo que te preguntes es:
¿Tiene solución este desastre?
Sigue leyendo porque responderemos estas preguntas y te daremos unas pautas para que tus tarjetas de memoria y memorias USB estén a salvo.
¿Puede llegar a romperse una memoria USB o una tarjeta de memoria (SD)?
Lamentamos decirte que sí.
Por mucho que la tecnología avance a pasos agigantados, no es infalible.
Cualquier dispositivo electrónico, por bueno que sea y por mucho cuidado que tengamos, corre el riesgo de dañarse total o parcialmente en algún momento de su vida útil.
Si es cierto que con un poco de cuidado (paciencia, en breve te contamos cómo), el riesgo se reduce bastante, pero nunca estarás libre del todo. Aun así, que se dañe el dispositivo no es el único riesgo.
Hay muchas razones por las que puedes llegar a perder datos de tu memoria USB o tu tarjeta de memoria.
Te contamos cuáles son los más frecuentes.
Motivos de pérdida o borrado de datos en memorias USB o tarjetas de memoria SD
- Borrado accidental: “Ups, he borrado el documento que no era”.
- Formateo: “Pensaba que tenía copia de todo y he formateado la memoria, pero me equivoqué”. (Formatear es hacer un borrado total de la memoria para que quede como nueva).
- El dispositivo no reconoce la memoria: “Mi ordenador no hace nada cuando meto el USB o la tarjeta, está de huelga”.
- La reconoce, pero no está disponible: “Vamos a ver, ha hecho el “tinini” al conectar, pero está desaparecida”.
Ya estás en medio de uno de estos casos, ¿y ahora qué?
Nos alegra informarte que no todo está perdido.
¿Puedes recuperar tus datos de una memoria USB o tarjeta de memoria borrada o dañada?
Todo dependerá del motivo por el que se hayan borrado o perdido tus datos y de cómo hayas actuado una vez visto el problema.
Por ejemplo, en caso de que hayas borrado la información por accidente, podrás recuperar los datos siempre y cuando te hayas portado bien en cuanto te has dado cuenta de que faltaba información.
Si has continuado editando información de la memoria o añadiendo información (o archivos, fotos, etc.) será más difícil (en ocasiones imposible) recuperar los datos perdidos.
👀 Ojo, esto incluye si te descargas un programa de recuperación de datos y, cuando te pregunta dónde quieres guardar la información recuperada, lo haces en la propia memoria externa que quieres reparar.
Es posible que el programa no haya conseguido rescatar el 100 % de los datos y ahora será imposible hacerlo de otro modo porque habrás sobrescrito información encima.
Así que, grábate esto como un mantra:
Si quieres recuperar tu información,
estate quietecito y no metas nada nuevo
en la memoria dañada o borrada
Pero puede que el problema sea otro…
Si el caso es que falla la memoria USB o la tarjeta de memoria y no consigues acceder a tus datos…
Todo dependerá del tipo de fallo que esté ocurriendo.
Puede que la memoria haya fallado de forma espontánea (aunque no es frecuente) o que se haya estropeado del propio uso (te enseñamos a evitarlo más abajo), pero es muuuucho más probable que el fallo sea humano.
Es decir, que la memoria haya sido un pelín maltratada al utilizarla (mete saca continuo y sin protección), que se te haya caído como un millón de veces (reconócelo), que te hayas sentado encima (“¡Anda! Si estaba ahí”) o que tu amado peludo se haya entretenido un rato y la haya mordisqueado (sí, hemos visto esto montones de veces).
La memoria USB y la tarjeta de memoria SD están llenas de componentes (para más información sobre ellos, pincha aquí 👈🏻) que, aunque parezca que no, hay que tratar con mimo.
💡 Te recomendamos que guardes tus tarjetas y memorias USB en su funda protectora cuando termines de usarlas.
Todo tiene una vida útil limitada (nosotros también 😆) pero siempre podemos hacer pequeñas cosas para que nuestros artículos electrónicos duren lo más posible.
Puedes evitar que poco a poco se vaya degradando paulatinamente sin darte cuenta hasta que llegue un momento en el que no puedas acceder a la información almacenada.
Degradar significa que no está roto por completo, es posible que aún se salven algunas zonas a las que se puede acceder mientras que otras estén muertas parcial o totalmente.
Ahora sí, te contamos cómo evitar que tus memorias USB y tarjetas de memoria se vayan degradando poco a poco hasta quedarse más inútiles que los domingos de resaca.
Los gatitos de tus memes guardados te van a agradecer que los salves (hemos dicho gatitos por no decir gatitas 😏).
Consejos para alargar la vida de tu memoria USB o tarjeta de memoria
Las madres suelen decir mucho eso de… Más vale prevenir que curar
Y en la electrónica suele ser muy útil tener este refrán en mente. Poner un poco de cuidado y atención a la hora de usar tus dispositivos, puede salvarte de más de una avería y, sobre todo, de perder datos valiosos.
Así que, vale la pena el pequeño esfuerzo.
Estos son algunos consejos para alargar la vida de tus memorias USB y tarjetas de memoria SD:
Evita trabajar con la memoria externa conectada
Mientras tengas la memoria USB o tarjeta de memoria conectada, sus componentes estarán trabajando y tu ordenador comunicándose con ella, por lo que te durará mucho más si solo la conectas para el traspaso de información.
Te recomendamos que (salvo que vaya a ser un trabajo breve) copies en tu PC el documento que quieres utilizar y una vez modificado lo vuelvas a copiar en la memoria externa.
Sí, parece un c***zo hacer esto cada vez, pero una vez te acostumbras no cuesta nada y ayuda mucho.
Evitarás que ese Excel con la contabilidad de tu familia (que te hace maldecir cada vez que lo abres y ves los números) se pierda a mitad de año.
Realiza la extracción de forma segura
Si el fabricante de tu sistema operativo se ha preocupado de crear una forma concreta de extraer la memoria externa, es por algo.
Como hemos mencionado antes, mientras la memoria USB o la tarjeta de memoria está conectada al ordenador, está trabajando (aunque tú no lo notes) y si la sacas de manera brusca puede dañarse y hacer que la información sea inaccesible.
A nadie le gusta un coitus interruptus.
Sí, sabemos que lo has hecho muchas veces y no ha pasado nada. Hasta que pasa. El que avisa no es traidor.
Sí, también sabemos que a veces la extracción segura es casi imposible de hacer porque siempre recibes la misma respuesta, “No se ha podido expulsar porque hay un proceso que tiene acceso al dispositivo”.
Pero inténtalo al menos y ten un poco de paciencia. Dale tiempo y sácalo de la forma correcta. No seas ansias.
Limita los cambios bruscos de temperatura
Esto es algo que no tenemos en cuenta muchas veces y es importante.
La electrónica no se lleva bien con los
cambios de temperatura
Frío, calor, frío, calor.
Eso vuelve loco a cualquiera y, si se trata de un componente electrónico, más.
Sobre todo las tarjetas de memoria microSD, que suelen llevarse en los móviles y en las cámaras de fotos, son bastante sensibles a la temperatura.
Te recomendamos que si en alguna ocasión notas tu móvil o cámara (o cualquier otro dispositivo) muy caliente, lo apagues durante unos 5 minutos y extraigas la tarjeta de memoria hasta que baje la temperatura poco a poco.
Ya sabes, cuidado con dejar el móvil al sol mientras estás en la piscina o en la terracita con el vermú 🍷.
Guárdalo en un lugar seguro
Pensamos que nuestros lápices USB y tarjetas de memoria son todoterreno, pero ya has visto que nada más lejos de la realidad.
Evita dejar tus memorias externas en lugares peligrosos para su integridad física, tales como…
- Bolsillo trasero del pantalón: ¿Te sentarías encima de tu portátil? Pues eso, de las memorias externas tampoco (por no decir que puede acabar en el WC).
- Sitios accesibles a tu mascota: ya sabes, sus colmillos también traspasan los componentes de tu lápiz USB. Damos fe de ello.
No fuerces al conectar
Hemos visto muchas tarjetas de memoria y, sobre todo, pendrives dañados por intentar forzar que entren en nuestro ordenador a las bravas.
Conectar las memorias externas a tu dispositivo solo requiere un poco de tacto.
Si ves que no entra a la primera, empieza de nuevo, pero, por lo que más quieras, no lo fuerces.
Conclusión
Ahora ya sabes más sobre esas pequeñas memorias que te acompañan a todas partes.
Y que son más delicadas de lo que parecen.
Te hemos mostrado cómo alargar su vida todo lo posible, pero aún nos queda una recomendación más:
Si notas que tu lápiz USB o tarjeta de memoria va más lento de lo normal, ve realizando una copia de seguridad de tus datos lo antes posible. Este es el primer síntoma de que algo va a pasar y no va a ser bueno.
Y si ya ha pasado lo peor y no puedes acceder a tus datos, contacta con nosotros.
Somos una empresa especializada en recuperación de datos, disponemos de laboratorio propio y somos la mar de salaos.
